Si estás considerando instalar suelo laminado, es probable que te hayas preguntado acerca de su clasificación. Si este es tu caso, sigue leyendo porque vamos a resolver todas tus dudas.
Los suelos laminados, también conocidos como tarimas sintéticas, son una apuesta segura si buscas comodidad, diseño y funcionalidad en tu hogar u oficina. Son un material muy resistente frente a los arañazos y al uso diario, ideal para viviendas con niños en edad de juego y para disfrutar de un pavimento de madera sin grandes sacrificios. Además, existen una gran variedad de modelos y diseños.
Cómo elegir tu suelo laminado según su clasificación AC
Cuando nos disponemos a comprar o elegir suelos laminados es sumamente importante comprender la idoneidad del producto para su tipo de uso o aplicación que tengamos prevista. Para guiarnos, los suelos laminados se clasifican según resistencia y durabilidad, siguiendo una nomenclatura «AC» o «Abrasion Criteria» (criterios de abrasión).
¿Qué es la clasificación AC de los suelos laminados?
La clasificación de los suelos laminados mediante el sistema AC es un estándar normativo europeo ampliamente aceptado. Las categorías van desde AC1 hasta AC6, siendo AC1 la menos resistente y AC6 la que más. Para un uso intensivo y comercial las más recomendadas son las últimas de la clasificación, AC5 y AC6.
- AC1 (más de 900 vueltas)
- AC2 (más de 1.800 vueltas)
- AC3 (más de 2.500 vueltas)
- AC4 (más de 4.000 vueltas)
- AC5 (más de 6.500 vueltas)
- AC6 (más de 8.500 vueltas)
La clasificación AC determina la resistencia al desgaste realizando la prueba de Taber. En este test de abrasión, una máquina somete al suelo laminado a una serie de frotamientos con un rodillo equipado con una lija, hasta que desgasta la capa superficial. Dependiendo de las vueltas que aguante el suelo, se determina su clasificación siguiendo la norma EN 13329.
¿Qué significan los números de clase en los suelos laminados?
Para poder tener una valoración más amplia sobre la resistencia al desgaste del suelo laminado, hay que mirar más allá de la clasificación AC. El suelo laminado también se clasifica en función del nivel de tránsito que puede soportar, a esta norma se le llama «clases de utilización». De esta forma se cataloga si es apto para un uso doméstico, comercial o industrial. Hay que tener en cuenta que el primer dígito designa las clases, y el segundo las calidades (33 mejor que 31, o 23 mejor que 22).
Clasificación de suelos laminados
Clasificación para uso residencial
- AC1 (Clase 21): Tráfico a pie muy ligero, dormitorios
- AC2 (Clase 22): Áreas de tráfico a pie moderado con bajo desgaste, como comedores
- AC3 (Clase 23/31): Salones, salones-comedor, pasillos… con tráfico moderado
Clasificación para uso comercial
- AC4 (Clase 32): Cualquier espacio doméstico o comercial con un tráfico normal, como oficinas, cafeterías, salones y tiendas de moda, o espacios residenciales.
- AC5 (Clase 33): Áreas transitadas que precisan resistencia a un tráfico pesado, como centros comerciales, tiendas, salas de exposiciones, restaurantes y escuelas.
- AC6 (Clase 34): Áreas con un tráfico muy intenso, como supermercados, terminales de aeropuertos y edificios gubernamentales de atención al público.
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