El PVC es un pavimento habitualmente utilizado en zonas como cocinas, baños, duchas y por supuesto piscinas. Es en estos casos en los que se instala en duchas y piscinas, cuando el PVC que se instala es un PVC antideslizante, una de las funciones principales de este suelo es evitar resbalones y caídas, además destaca por una elevada resistencia al desgaste y a las marcas que van apareciendo con el uso.
Vista general de la instalación, casi 1.000 m2 de PVC antideslizante
Existen distintos tipos de PVC antideslizante según su resistencia al deslizamiento. Los productos de Forbo Flooring van desde la R10 hasta la R12, que es la gama más alta en cuanto a pavimentos de PVC antideslizante se refiere, la más segura y la que hemos instalado en esta piscina cubierta de Torre del Mar.
La instalación se realiza pegando el pavimento a una solera perfectamente nivelada, en esta piscina se han usado rollos de 2m de ancho y 20m de largo. La unión entre paños queda prácticamente invisible con el cordón de soldadura que se usa para unirlas. En esta instalación, no se ha puesto rodapié físico. En su lugar se ha insertado una media caña de 30×30 en todo el perímetro que hace que el pavimento suba y cree un efecto de «rodapié visual». Esto permite que no haya ningún tipo de filtración, y que el conjunto quede totalmente estanco.
Detalle del remate de la instalación
El mantenimiento es muy sencillo. Básicamente se trata de barrer o aspirar diariamente, y limpiar con una fregona o mopa húmeda. Si hay alguna mancha puede usarse un detergente neutro. En grandes instalaciones con mucha afluencia de personas, ocasionalmente se aplica una capa de spray con una máquina rotativa.
Además existe un amplio abanico de diseños y colores, podéis verlo en nuestra web.
Fuente: http://www.forbo-flooring.es