Limpiar parquet: sencillo y rápido
¿Recientemente instalaste parquet en casa, y temes el momento de la limpieza, porque no sabes por dónde empezar? ¿Alguien te ha comentado que limpiar parquet es una tarea complicada, que te llevará horas y horas semanalmente?
Fuera preocupaciones, ¡Parquet Astorga acude en tu ayuda una vez más!
Verás como mantener tu tarima limpia y cuidada es sencillo y consume poco tiempo:
Limpiar parquet: prevención, ante todo
- El calzado con el que hemos caminado por la calle no se lleva bien con el parquet, así que es recomendable descalzarse al llegar a casa. Además, ¿hay algo mejor que sentir la calidez del parquet bajo nuestros pies?
- Mantén a raya restos de suciedad, arenilla, barro, etc., con un felpudo de calidad en la puerta de tu hogar. Evitarás suciedad -facilitando tu labor de limpieza- y posibles desperfectos/ rayones que puedan producirse en tu tarima.
- En caso de derramar agua o cualquier líquido, y que este haya estado bastante tiempo estancado -que incluso se marquen las juntas-, limpia y seca (si es necesario, usando, con cuidado, un secador de pelo o una estufa).
- Elimina las posibles manchas cuando todavía están frescas, luego será más difícil.
- Nunca uses productos abrasivos, como lejía o amoniaco, tu parquet te lo agradecerá.
Limpieza básica diaria de la tarima
- La limpieza diaria se hará con una mopa o aspiradora.
- Una o dos veces por semana, emplea una fregona, siempre teniendo en cuenta que esta vaya escurrida, y usando un producto que esté recomendado por una tienda especializada como Parquet Astorga.
- Igualmente, utiliza un trapo o fregona húmeda, bien escurrida, si hay algunas manchas más pegajosas.
- Cuando añadamos algún producto al agua, es muy importante que usemos uno que sea de PH neutro, nunca productos que puedan ser abrasivos.
Manchas en la tarima sintética, parquet o tarima de madera
- Manchas de café o vino
A diferencia del mármol o el granito, la tarima no es una superficie porosa, por lo que no debes preocuparte. Limpia la zona con un trapo, y seguidamente aplica un jabón neutro o producto específico para tarimas, que encontrarás en cualquier supermercado o tienda especializada. - Manchas de sangre
¿Te has cortado, por ejemplo, mientras cocinabas, y has manchado de sangre tu tarima? Respira tranquilo, basta con frotar la mancha con un trapo humedecido en agua fría. - Manchas de rotulador
Si tienes niños pequeños, esto puede ocurrir en cualquier momento. No te preocupes, limpia la zona con un paño con acetona. Quedará perfecto.
Eso sí, evita usar alcohol, ya que es un producto más agresivo. - Manchas de rozaduras de zapatos
En este caso, también conseguiremos que no quede ni rastro, si pasamos un trapo humedecido con agua sobre la mancha.
Sigue estas indicaciones, y disfruta de tu tarima impoluta, en excelentes condiciones, durante años y años.
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