Ideas para que tu cocina blanca sea única
Una cocina blanca es sinónimo de limpieza, amplitud, luminosidad, y, además, nunca pasa de moda.
Se trata de un detalle importante, ya que, cuando adquirimos una cocina, solemos realizar una importante inversión económica, por lo que es clave apostar por una que no canse y que perdure en el tiempo.
Pero, ¿cómo dotarla de personalidad, que sea única?
Veamos algunas ideas:
Suelos
Seguro que quieres aportarle calidez a tu cocina blanca. ¿Verdad?
El elemento que buscas es una tarima flotante o un pavimento WPC (ideales para cocinas y baños).
Ambas opciones cuentan con un amplio número de acabados que encajan con los diferentes estilos decorativos.
Tiradores
¿Con o sin tiradores en los muebles?
Muchas cocinas modernas prescinden de ellos.
También puedes lacarlos de blanco, para que así se fundan con las puertas.
¿Y si panelas los electrodomésticos?
Cortinas venecianas
¿Te las imaginas en las ventanas de tu cocina?
Aportarás un toque decorativo diferenciado si contrastas o entonas las cintas de las mismas.
Crea contrastes
Vamos a romper un poco la predominancia del blanco, por ejemplo, con unas sillas de patas de madera, macetas con flores o plantas —albahaca, orégano y romero aportan aroma, y puedes usarlas también para condimentar tus platos—, un cuadro, lámina o foto, jarrones de otro color, etc.
Cocina pequeña
¿Tu cocina cuenta con un espacio reducido?
El blanco ayudará a que visualmente se muestre más amplia de lo que realmente es.
El uso de la luz natural está totalmente recomendado, sobre todo si cuentas con alguna ventana grande.
Por otro lado, evita elementos decorativos muy grandes. En este caso, menos, es más.
Isla o mesa
¡El debate está servido!
Una isla, bien diseñada, puede ser ese mágico elemento transformador de tu cocina, brindando espacio extra para cocinar, y también para comer.
Si no te atraen, o simplemente no dispones de espacio, una mesa puede darte mucho juego: desde prolongación de la encimera, hasta servir de improvisada oficina, pasando, por supuesto, por ser cómplice de tus desayunos, almuerzos y cenas.
¿A qué esperas para tener una cocina blanca?